La noche de este sábado 6 de enero en el aeropuerto de Portland, un avión Boeing 737-900/-9MAX de la línea aérea Alaska Airlines aterrizó de emergencia, después de que una de sus ventanas estallara en el aire, generando una severa despresurización.
Tras el estallido en pleno vuelo, parte del fuselaje de la aeronave también se desprendió, lo que obligó a un aterrizaje de emergencia.
Varios de los pasajeros informaron que las máscaras de oxígeno se desplegaron inmediatamente después de la despresurización.
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El Boeing 737-9 MAX habría salido de la cadena de montaje hace apenas dos meses, y este viernes se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto internacional de Portland.
«El avión aterrizó sin novedad en el aeropuerto internacional de Portland con 171 pasajeros y 6 miembros de la tripulación. Estamos investigando lo sucedido y compartiremos más información en cuanto esté disponible», afirmaron desde la aerolínea en un comunicado.
Además, la compañía ha comunicado que ha decidido suspender temporalmente el servicio de su flota de 65 aviones Boeing 737-9 hasta que todas las aeronaves completen todas las inspecciones de mantenimiento y seguridad.
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