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Derrames petroleros obligan a pescadores de Falcón a trabajar en los límites con Aruba

Los pescadores solicitan a las autoridades de la isla que les permita faenar en la zona. Denuncian que son amedrentados y que se exponen a que les secuestren las lanchas

Los pescadores de la Península de Paraguaná han tenido que migrar a la línea divisoria de la frontera marítima entre Venezuela y Aruba para poder cumplir con sus faenas, situación que los ha puesto en peligro con las autoridades de la isla neerlandesa.

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Unos 1.950 pescadores y 350 embarcaciones del estado Falcón están afectados por la contaminación que han dejado al menos 65 derrames de petróleo y gas sobre el Golfete de Coro, situación que los lleva a migrar a aguas profundas para poder capturar especies. Cuestionan el nocivo impacto ambiental de las actividades de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) en la zona.

Los pescadores de Paraguaná se han acercado a la frontera internacional y se han visto en problemas con las autoridades de Aruba, que creen que pasarán a sus aguas sin tener permiso.

Dioner Aular, pescador de Punta Cardón, en el municipio Carirubana del estado Falcón, dijo que arriesgan sus embarcaciones, el motor y también a su tripulación para poder ir tan lejos a pescar algo y llevar el sustento diario a sus familias, pero se han sentido amedrentados por las autoridades de la vecina isla cuando se acercan mucho a la frontera marítima.

“Vamos a pescar al norte a 15 y 35 millas, se imaginan ustedes esas profundidades a donde nos toca ir. Mi embarcación está en estos momentos allá con cuatro tripulantes y un solo motor, que uno lo que anda pensando es que Dios quiera y vuelvan a tierra. Hay varias embarcaciones que están trabajando para allá porque de este lado no hay pesca por culpa de los derrames”, denunció.

Aular explicó que aunque solo les dan 120 litros de combustible semanal por embarcación, prefieren arriesgarse a ir cerca de la frontera para un solo día de pesca donde pueden capturar especies, que quedarse en el Golfete de Coro donde no hay nada. Toman el riesgo aunque esto represente estar a merced de la inseguridad, en el ojo de los cuerpos de seguridad de la isla y en una lancha de nueve metros con un solo motor que no debería salir de la zona.

“Hacemos un llamado a los organismos internacionales porque tenemos unas embarcaciones que se acercan a la isla de Aruba y a aquellos que se acercan mucho, les quitan las lanchas, se las secuestran. Les hacemos un llamado desde aquí porque tenemos varias embarcaciones navegando para allá y pescando para traer el sustento a sus hogares”, concluyó.

Los pescadores de las comunidades del Golfete de Coro han solicitado la ayuda de las autoridades venezolanas, pero no se han recibido la atención que esperan.

Con información Crónicas del Caribe

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