El estado de salud del expresidente brasileño Jair Bolsonaro vuelve a ser motivo de alerta. El líder ultraderechista, quien cumple arresto domiciliario tras ser condenado a 27 años de cárcel por intento de golpe de Estado, sufrió un nuevo y preocupante episodio de hipo y vómitos este lunes. La noticia fue difundida por su hijo, el concejal de Río de Janeiro, Carlos Bolsonaro, a través de sus redes sociales.
Carlos Bolsonaro indicó que la familia estaba evaluando la necesidad de trasladar a su padre nuevamente al hospital. Describió el cuadro como una «crisis de hipo» acompañada de «cuatro episodios de vómito», calificados por el propio expresidente como los más intensos que ha experimentado hasta ahora. Si bien un médico fue enviado de inmediato a la residencia de Bolsonaro en Brasilia para «evaluar la situación», el diario O Globo informó que, tras el análisis médico, el episodio fue controlado y no requirió el traslado hospitalario.
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El delicado momento de salud coincide con una visita importante. El gobernador de São Paulo, Tarcísio de Freitas, uno de los aliados más cercanos de Bolsonaro, pudo visitarlo con previa autorización judicial. Al salir, Freitas comentó a los periodistas el estado frágil del expresidente, señalando que Bolsonaro «tenía hipo todo el tiempo», un fenómeno recurrente que el gobernador vinculó con las secuelas de la puñalada que el ultraderechista sufrió durante un mitin en 2018 y las posteriores cirugías.
Condena y problemas de salud recurrentes
El expresidente de 70 años ha estado en prisión domiciliaria desde el pasado 4 de agosto por incumplir medidas cautelares impuestas por la Corte Suprema. El 11 de septiembre, la Primera Sala del Supremo Tribunal Federal lo condenó a 27 años y 3 meses de cárcel por supuestamente «liderar» una trama golpista para perpetuarse en el poder tras perder las elecciones de 2022 ante Luiz Inácio Lula da Silva. Los abogados esperan la publicación de la sentencia para apelar ante el mismo tribunal, antes de que se ejecute la pena en régimen cerrado.
Cabe recordar que, pocos días después de ser condenado, Bolsonaro fue ingresado de urgencia por un cuadro de «anemia persistente y alteración de la función renal» que le provocaron una crisis de vómitos, mareos y presión baja. Además, se le detectaron y retiraron ocho lesiones en la piel, dos de las cuales resultaron positivas para un tipo de cáncer en estado precoz. La salud del excapitán retirado del Ejército sigue siendo un tema recurrente en el ámbito político y noticioso de Brasil.
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