El panorama político chileno experimentó un cambio drástico este domingo 14 de diciembre con la elección de José Antonio Kast, líder de ultraderecha, como el nuevo presidente de la nación.
El fundador del Partido Republicano se impuso con una amplia ventaja sobre su contrincante, la izquierdista Jeannette Jara, marcando un hito en la historia electoral reciente del país y consolidando un giro hacia el conservadurismo.
Con el escrutinio de más del 99% de los votos por parte del Servicio Electoral (Servel), Kast, de 59 años, logró un contundente 58,1% de los sufragios, mientras que la exministra Jara, de 51 años, alcanzó el 41,8%.
Esta victoria representa no solo un triunfo personal para el exdiputado ultracatólico, sino también lo que diversos analistas han calificado como una «derrota aplastante» para la coalición progresista que lideraba Jara, quien había sido parte del gabinete del actual presidente, Gabriel Boric.
La magnitud del resultado es notable, siendo la segunda victoria más amplia registrada desde el retorno de Chile a la democracia, solo superada por el triunfo de la expresidenta progresista Michelle Bachelet sobre Evelyn Matthei en 2013.
Uno de los aspectos más significativos del triunfo de Kast fue su capacidad para ganar en las 16 regiones del país, demostrando un respaldo transversal en el territorio nacional.
Esto incluye regiones que históricamente han sido bastiones de la izquierda, como Valparaíso y la Región Metropolitana, donde se encuentra la capital. Además, el candidato ultraderechista arrasó en las importantes zonas mineras del norte y en las regiones agrícolas del sur.
Desde el comando de Kast, su mano derecha y presidente del Partido Republicano, Arturo Squella, manifestó un profundo sentido de orgullo y responsabilidad ante el futuro gobierno.
«Nos sentimos muy orgullosos del trabajo realizado, muy responsables de este tremendo sacrificio de hacernos cargo de las crisis por las que atraviesa Chile», declaró Squella.
Por su parte, Jeannette Jara reconoció la derrota y llamó a la izquierda a mantener la unidad y a ejercer una oposición «propositiva» y constructiva, destacando que «en la derrota es donde más se aprende».
La llegada de Kast a La Moneda, prevista para el 11 de marzo, es un evento de gran peso histórico.
Al haber hecho campaña en el pasado a favor de la continuidad del general Augusto Pinochet, Kast se convierte en el primer partidario de Pinochet en alcanzar la presidencia por vía democrática, un hecho inédito desde 1990.
Su investidura será de manos de Gabriel Boric, su antiguo rival en las elecciones de 2021, consolidando la tradición chilena donde ningún presidente le ha entregado la banda presidencial a un sucesor de su mismo signo político desde 2006.
Con este resultado, el país se prepara para un periodo de gobierno de signo ultraconservador.
Su postura sobre Venezuela
El presidente electo chileno ha calificado consistentemente al gobierno de Nicolás Maduro como una «dictadura» y ha sido un crítico incansable del gobierno venezolano.
José Antonio Kast aboga por una política exterior chilena de tolerancia cero con el gobierno de Maduro, promoviendo su salida del poder y defendiendo la libertad del pueblo venezolano, incluso a través de medidas extremas de presión internacional.
Sus principales puntos de vista incluyen:
- Salida de Nicolás Maduro: Kast ha sido enfático en que Nicolás Maduro «tiene que dejar el poder» y que debe pagar por sus «crímenes y delitos con cárcel». Ha rechazado categóricamente cualquier posibilidad de amnistía política como parte de una transición negociada.
- Presión internacional activa: Una de sus propuestas clave es impulsar una coalición latinoamericana para ejercer una presión internacional coordinada y constante sobre el régimen venezolano. Ha criticado a organismos como la ONU y la OEA por no actuar con suficiente firmeza, instándolos a dejar de ser «organismos de adorno» y a denunciar las violaciones de derechos humanos.
- Uso de la «Fuerza«: En un debate presidencial, Kast generó controversia al responder positivamente sobre si respaldaría una posible intervención terrestre de Estados Unidos en Venezuela. Utilizó el lema del escudo nacional chileno, «Por la razón o por la fuerza», para ilustrar su posición de que el fin del gobierno de Nicolás Maduro debe lograrse por «todas las vías legales posibles» para permitir que los millones de venezolanos que han huido puedan regresar a un país libre.
- Crisis migratoria: La situación en Venezuela está directamente ligada a su propuesta de control migratorio. Kast ha señalado que la gran cantidad de venezolanos que han migrado a Chile (muchos de ellos de forma irregular) son prueba de la crisis en ese país y ha propuesto medidas drásticas, como advertir a los migrantes irregulares para que «colaboren» y paguen su propio boleto de regreso.
- Relaciones diplomáticas: Durante la tensión entre el gobierno de Boric y Venezuela, Kast criticó que el llamado a consulta del embajador chileno no era suficiente y señaló que él, de haber sido presidente en ese momento, habría roto relaciones diplomáticas «hace bastante tiempo».
Kast: Del Congreso a La Moneda
José Antonio Kast Rist, nacido en Santiago el 18 de enero de 1966, es una figura central de la política chilena que culminó su carrera con la reciente victoria presidencial.
Hijo de inmigrantes alemanes, el ahora presidente electo se formó como abogado en la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Su trayectoria política se inició en el ámbito municipal, para luego ascender a la arena parlamentaria como diputado, sirviendo en el Congreso por varios períodos a partir del año 2002.
A lo largo de su carrera, Kast se ha distinguido por sus posturas ultraconservadoras y un firme catolicismo, siendo padre de nueve hijos.
Tras una prolongada militancia en la Unión Demócrata Independiente (UDI), el político decidió forjar su propio camino, fundando el Partido Republicano, plataforma se convirtió en el vehículo que lo catapultó a la primera línea electoral.
En el plebiscito de 1988, Kast apoyó la opción de la continuidad del régimen militar de Augusto Pinochet, una postura que lo diferenció marcadamente de otros líderes de derecha.
Antes de su triunfo de 2025, Kast ya había competido por la presidencia en 2021, donde fue superado en segunda vuelta por Gabriel Boric. Sin embargo, su persistencia y la reestructuración de su mensaje le permitieron lograr un triunfo histórico.
Su ascenso al poder marca un hito, al ser el primer partidario declarado de Pinochet en llegar a La Moneda por la vía democrática.
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