En 1958 uno de los Fugates entró en el Hospital Universitario de Kentucky, Washington D. C. Llegaba para pedir ayuda ya que su esposa embarazada estaba por dar a luz, pero el personal médico quedó perplejo al mirarlo. Estaban viendo entrar al servicio de urgencia a un individuo con la piel de color azul.
Los médicos se acercaron a él rápidamente con la intención de trasladarlo a uno de los boxes y realizarle los exámenes correspondientes para averiguar que era lo que le pasaba. Sin embargo, se llevaron una gran sorpresa al enterarse de que no estaba allí para ser atendido por la coloración de su dermis.
Los doctores no lo podían creer: el hombre azul había acudido al Hospital para que atiendan a su esposa. El personal hizo caso al pedido de Luke Comb y luego decidieron hacerle un chequeo completo a él, ya que el aspecto que presentaba no era para nada normal a pesar de que aseguraba sentirse en perfecto estado.
El clan familiar de piel azul
Así las cosas, luego de varias pruebas, los resultados respaldaron lo que el señor Comb afirmaba con sus palabras. Gozaba de un perfecto estado de salud, se encontraba sano y fuerte como un roble. Sin embargo, el color particular de su piel, similar al de los personajes animados Los Pitufos, se debía a un problema en la sangre.
Resulta que, los análisis de sangre permitieron dar con el origen de todo esto. Las investigaciones confirmaron una anomalía: el hombre azul padecía de una enfermedad hereditaria llamada metahemoglobinemia.
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Este trastorno poco frecuente hace que la hemoglobina, que tiene como una de sus principales funciones transportar oxígeno, lo haga, pero siendo incapaz de liberarlo de manera efectiva en los tejidos corporales. Así se genera esa extraña coloración similar a la de los estados de hipotermia, o cuando una persona pasa varios minutos sin poder respirar.
Una afección en la sangre
Todo esto tiene que ver con su clan familiar. Es que Luke Comb provenía de una familia aislada de Kentucky, que vivió sin tener mucho contacto con otros grupos étnicos desde principios del siglo XIX. La endogamia practicada provocó una alteración en la sangre y así, la aparición del color azul en los descendientes.
Pero los médicos no sabían nada de eso. Luke Comb dialogó con uno de los hematólogos que se encontraban en ese momento en el Hospital. Allí, le comentó al Dr. Madison Cawein III que él no era el único con ese color de piel en la familia. Y que, de hecho, varios tenían ese aspecto desde hacía varias décadas.
La total normalidad con la que el señor de piel azul contaba su historia no dejaba de sorprender al personal médico. Pero luego de varias preguntas y respuestas, el doctor pudo comprender todo. Los antepasados de Comb estuvieron viviendo, desde 1820 en Troublesome Creek, una ciudad bastante despoblada al Este de Kentucky, en los montes Apalaches.
De esta manera, todo el clan familiar practicó la endogamia -descendencia entre personas de la misma casta, raza, comunidad o condición social- y esto provocó que se transmitiera de forma consanguínea la condición que provocaba la piel azul en ellos. Así estuvieron de generación en generación, viviendo en las montañas.
Benjamin Stacy fue el último familiar de los Fugate en nacer con la piel azul. Gracias a un tratamiento pudo revertir su condición.
Benjamin Stacy fue el último familiar de los Fugate en nacer con la piel azul. Gracias a un tratamiento pudo revertir su condición.
Vivir en las montañas
Todo comenzó en 1820, cuando un inmigrante francés llegó a Kentucky, Estados Unidos, y se instaló en los montes Apalaches, más precisamente en la zona del arroyo Troublesome Creek. Allí, el patriarca Martin Fugate se casó con Elisabeth Smith, una joven de la zona de apariencia pálida y pelirroja. Tuvieron siete hijos, de los cuales cuatro nacieron con la piel azul.
La familia nunca buscó una explicación médica para la extraña condición. Se dedicaron a vivir normalmente. Los niños, por su parte, tuvieron una vida larga y saludable. Pero las miradas de los vecinos, inquietos por la gente de piel azul que caminaba por las montañas, hicieron que estos decidan aislarse más todavía y no tener contacto alguno con otras personas.
Los estudios determinaron que la causa del extraño color de piel estaba en una alteración genética. Es que, tanto Martin como Elizabeth portaban el gen recesivo de la enfermedad. Al fin y al cabo, al juntarse despertaron la «metahemoglobinemia» en sus herederos. Con el correr de las generaciones, y al tener cada vez más hijos entre ellos, era totalmente normal que cada niño que nacía tuviera la piel azul.
Benjamin Stacy: el último azul
La pareja fue el punto de partida. Pero practicar la endogamia durante más de un siglo también hizo lo suyo en esta historia. A finales de los años 50 se comprobó que más de un centenar de personas de la familia tenían la piel de ese color. Pese a esto, la mayoría vivió una vida saludable y sin complicaciones. Pero cuando la endogamia se terminó y la familia comenzó a abrirse, la alteración genética desapareció.
La última persona nacida con la piel azul, es decir con el gen activo de la metahemoglobinemia, fue Benjamin Stacy. Benjamin, descendiente de Martin Fugate y Elizabeth Smith, era casi color púrpura cuando nació. Pero se sometió a un tratamiento creado por el mismísimo Dr. Cawein, que consistía en administrar azul de metileno y le devolvió el color normal, hizo que la gente de color azul de las montañas de Kentucky sea solo un recuerdo.
Con información El Clarín
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