Se calcula que unos 3,3 de millones de hombres en España padecen eyaculación precoz en la actualidad. Pero muchos hombres viven esta situación en soledad, principalmente por el tabú que a día de hoy sigue suponiendo hablar abiertamente de sexo en profundidad y desde la propia vulnerabilidad.
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Es importante poder normalizar la situación para rebajar la ansiedad que genera. Y, en esta circunstancias, el papel de la pareja puede resultar de gran ayuda para acompañar y buscar soluciones, asumiendo un papel de apoyo y comprensión.
La eyaculación precoz puede suponer un problema en la relación de pareja, pero hay formas de afrontarlo para poder disfrutar de una sexualidad placentera para ambas partes. ¿Qué condiciones se deben tener en cuenta para poder afrontar en pareja esta situación?
Aunque conviene no esconder que puede convertirse en un problema para la pareja, puede afrontarse
Comunicación
Hablar sobre que supone para cada miembro de la pareja, siendo conscientes de que es difícil hablarlo, si no se ha hecho antes. Se puede comenzar expresando lo incómodo que puede resultar al principio y estar dispuesto a mostrarse vulnerable. Y tener en cuenta que se facilita el hablar, si quien escucha, lo hace con una actitud receptiva y sin juicio.
No culpar
No hay que culpar, ni restarle importancia al problema. En la relación sexual se abren muchas zonas emocionalmente sensibles y es muy probable sentirse herido o sentir vergüenza si el tema no se trata con el máximo respeto y comprensión. Si ese respeto no está, las heridas se pueden traducir en conflictos, rencores y problemas de comunicación y de convivencia.
No centrarse en la genitalidad
Es muy probable, por la falta de educación sexual recibida, que los encuentros sexuales estén muy centrados en los genitales y en la penetración. Es importante ampliar el mapa de zonas erógenas, plantear nuevas formas que no sean tan coitocentristas, para aprender juntos a disfrutar más de la sexualidad y que el ritmo de la excitación sea más lento.
Buscar ayuda profesional
Todavía, desafortunadamente, sigue siendo difícil plantearse pedir cita con un sexólogo. Pero, en realidad, son quienes mejor pueden orientar, dar pautas y acompañar de una manera excelente en una dificultad tan habitual como la eyaculación precoz.
El peso que socialmente han tenido, y aún tienen, los hombres en las relaciones sexuales, esa presión por “dar la talla” hace que sea complicado compartir con otros hombres cuando hay dificultades, y que la comunicación sea muy superficial.
Por suerte, cada vez está siendo más habitual grupos de hombres que se reúnen para hablar sobre nuevas formas de afrontar la propia masculinidad, cuestionando las creencias con las que hemos crecido, y reconociendo en qué medida todavía influyen negativamente, con el objetivo de ir creando formas más sanas de relacionarnos, con nosotros mismos, con los demás y con la sexualidad.
Con información de La Vanguardia
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