Lejos de considerarlo un fracaso, el líder opositor Juan Guaidó asegura que el alzamiento militar de la semana pasada en Venezuela reveló una “fractura” en la Fuerza Armada que tiene “al borde del colapso” al gobierno de Nicolás Maduro, reseña Punto de Corte.
En una entrevista con la AFP en Caracas, Guaidó, reconocido como presidente encargado por medio centenar de países, no descarta una “salida de fuerza” con apoyo de Estados Unidos, aunque prefiere convencer a los militares de romper con el mandatario socialista en pro de una “transición acordada”.
¿Qué evitó que hubiese un quiebre en la Fuerza Armada el 30 de abril?
“Lo importante es que (el alzamiento) visibiliza claramente la ruptura en la Fuerza Armada. El régimen señala directamente, además, al director de inteligencia, general de división Christopher Figuera. Se visibiliza claramente el descontento que hay, no solamente en los altos mandos. Hoy Maduro sigue muy débil, cada vez más débil (…), solo que está en (el palacio presidencial de) Miraflores (…). Ya no confía ni siquiera en su alto mando, ya no confía ni siquiera en su entorno.
La gran ganancia (…) es que desde el director de inteligencia, quien fuera edecán de (el fallecido presidente Hugo) Chávez durante 12 años, hasta comandantes, sargentos (…) están absolutamente descontentos”.
No hubo gran participación en las manifestaciones del sábado. ¿Hay síntomas de cansancio?
“La protesta se cumplió. Un gran objetivo era reencauzarla hacia la no violencia, cuando el régimen asesinó el 30 de abril y el 1 de mayo de manera brutal (…), para tratar de demostrar un control que ya no tienen.
Fue un éxito dado que (los militares) escucharon nuestro mensaje y no hubo represión en la mayoría de los puntos”.
¿Seguirá llamando a marchas?
“Sí, claro (…). No solamente vamos a anunciar marchas, sino también (…) paros escalonados, huelgas (…), hay que vencer el miedo”.
¿Qué rol jugó el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, el 30 de abril?
“A todos los funcionarios los hemos tratado de contactar (…). No venimos acá a torcer manos, sino a estrecharlas, a construir una transición. No le estamos pidiendo a los militares que se pongan del lado de una persona, les estamos pidiendo que se pongan del lado de la Constitución, del pueblo (…). Es el rol de todos los funcionarios que vamos a contactar, y no hablo específicamente por Vladimir o por algún otro en específico, porque estamos en dictadura y someter algún nombre en este momento va a ser sujeto de persecución, remoción o tortura”.
¿Hubo gente que no cumplió la palabra empeñada?
“Hubo gente que faltó por cumplir (…). No quiere decir que no lo hagan pronto. Estamos esperando que muchos más (…) cumplan con su país”.
¿Hay negociaciones con altos mandos militares?
“Hay conversación, que es distinto, con todos los funcionarios civiles y militares que están dispuestos a ponerse del lado de nuestra Constitución. Y son la mayoría”.
¿También con funcionarios de Maduro?
“Con todos los funcionarios que estén de acuerdo con ponerse del lado de la Constitución, el cese de la usurpación, construir la transición y tener una elección libre”.
¿Qué sabe de Figuera?
“Entiendo que está a resguardo, que ya ha tenido comunicación a través de una carta (…). Expresó malestar por la corrupción y buscó una alternativa”.
¿Qué pasa si no se da el quiebre militar?
“Nuestra gran apuesta es la transición democrática, elecciones libres. La presión militar y el rol de la Fuerza Armada es fundamental.
No estamos apostando solo por ese elemento, (pero) su participación favorecería muy rápidamente una transición”.
¿De qué depende que pida cooperación militar de Estados Unidos?
“Esa es la opción polémica.
Estamos haciendo todos los esfuerzos para lograr el cese de la usurpación y una transición democrática.
Hay una opción alternativa, una transición acordada, como ocurrió en 1958 cuando (el dictador) Marcos Pérez Jiménez es presionado por las Fuerzas Armadas y se construye una junta de gobierno que termina en elecciones libres.
La otra opción es una salida de fuerza que no tiene que ser con cooperación internacional (…). Puede ser netamente local, con el descontento que ya existe y es obvio en las Fuerzas Armadas”.
¿Cuál opción es la mejor?
“La que tenga menos costo social, que ya estamos pagando en muertes de nuestros niños por falta de comida o medicinas.
Ahora, ¿quién le pone costo a la transición? Un derrotado, aislado, solo, que no gobierna, Nicolás Maduro.
Responsablemente debemos evaluar todas las opciones, incluida la cooperación extranjera.
No debemos confundir medios con objetivos. ¿El objetivo cuál es? Generar estabilidad, gobernabilidad, atender la emergencia, producir una elección libre.
¿Cuales son los mecanismos? La protesta pacífica, que las Fuerzas Armadas se pongan del lado de la Constitución, evaluar la opción de cooperación internacional en todas sus etapas: diplomáticas, económicas, militares”.
¿Hay orden de detenerlo?
“Es un riesgo latente. Secuestrarme (equivaldría a) dar un golpe de Estado porque soy el presidente encargado. No nos amedrentamos (…). Están al borde del colapso”.
¿Es tan optimista como el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, quien dice que Maduro puede caer en cuestión de semanas?
“Soy muy optimista (…), estamos muy cerca de lograr el cambio en Venezuela”.
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