Un juego en la cama que jamás hubieras imaginado, tienes que estar preparada para probar esta práctica sexual, Chapelet Thai, qué es y cómo se practica.
Sabemos que el punto G es un misterio pero su equivalente masculino, el punto P es aún peor. Algunos sexólogos aseguran que se encuentra escondido justo detrás de la próstata y otros piensan que sólo las manos más hábiles de las prostitutas tailandesas serían capaces de encontrarlo y estimularlo.
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Pero no te preocupes, que no es necesario llegar al punto de las tailandesas para encontrar el punto P, justo esa es la función de esta técnica masajista que consiste en introducir durante el coito un rosario anal (son pequeñas bolitas entre 1 y 3 centímetros).
Y para no terminar en urgencias, debes informarte a profundidad, así que empecemos con la definición por excelencia. Según el psicólogo sexólogo y terapeuta de pareja, Ignasi Piug Rodas, las prácticas sexuales no convencionales son “aquellas que no son habituales en la sociedad y que, por tanto, se apartan del sexo coital con penetración.”
O sea la etiqueta de “no convencional” se impone por temas estadísticos y no tiene nada que ver con que sean buenas o malas. Algunas de ellas pueden ser un poco extremas y más cuando no estás acostumbrado a este tipo de juegos sexuales.
Ignasi afirma que “algunas técnicas requieren de cierto nivel de forma física, ya que son complicadas de realizar y no todo el mundo está bien físicamente. Lo que jamás debería ocurrir, es que por querer hacer algo novedoso nos acabemos lesionando”.
Como mencionamos anteriormente, esta técnica consiste en meter estas pequeñas bolitas unidas por un hilo en el ano e ir tirando metiéndolas y sacándolas durante el coito. En el caso de los hombres se utilizan para estimular el punto P, pero cabe aclarar que puede resultar placentero para ambos géneros.
Para intentarlo primero debes dar un masaje en el ano, después introducir el rosario anal o bien bolas chinas, introdúcelo todo y retíralo poquito a poco, una a una en el momento del clímax. Si quieres magnificar la sensación debes hacerlo mientras el chico te esté penetrando.
Pero aguas, porque no se trata de meter cualquier hilo o cualquier bola, es importante que a la hora de comprar un juguete sexual para esta práctica, el hilo que une a las bolitas esté totalmente recubierto de un material gomoso, silicona o caucho. La cosa es que sea hipoalergénica, para que no deje ninguna fibra a la vista porque se llenaría de heces y limpiarla sería toda una travesía.
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Cualquier juguete que decidas introducir en el ano debe ser fácil de limpiar y lavar, de lo contrario se convertirá en un foco de infecciones latente.
Más allá de la higiene, la cuestión es el prejuicio que hoy sigue extendido en la sociedad, como lo explica Ignasi: “El prejuicio permanece en que si un hombre se excita con las bolas chinas es posible que se vaya a convertir en homosexual, como si por ser ‘muy hombre’ no se pudiese disfrutar del sexo anal y preservar su masculinidad”.
La técnica de Chapelet Thai se trata de una opción muy interesante para todas las parejas y personas que quieren probar cosas nuevas y disfrutar de su sexualidad sin miedo al qué dirán.
Con información Cultura Colectiva
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