En este 2020 se cumplen 190 años de las apariciones marianas a santa Catalina Labouré. El 27 de noviembre de 1830 la Virgen se apareció a santa Catalina Labouré, una religiosa vicentina.
De esta manera: “La Virgen venía vestida de blanco. Junto a Ella había un globo luciente sobre el cual estaba la cruz. Nuestra Señora abrió sus manos y de sus dedos fulgentes salieron rayos luminosos que descendieron hacia la tierra. María dijo entonces a sor Catalina: ‘Este globo que has visto es el mundo entero donde viven mis hijos. Estos rayos luminosos son las gracias y bendiciones que yo expando sobre todos aquellos que me invocan como Madre. Me siento tan contenta al poder ayudar a los hijos que me imploran protección. ¡Pero hay tantos que no me invocan jamás! Y muchos de estos rayos preciosos quedan perdidos, porque pocas veces me rezan’.
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Entonces alrededor de la cabeza de la Virgen se formó un círculo o una aureola con estas palabras: «Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a vos». Y una voz dijo a Catalina: «Hay que hacer una medalla semejante a esto que estás viendo. Todas las personas que la lleven, sentirán la protección de la Virgen», y apareció una M, sobre la M una cruz, y debajo los corazones de Jesús y María. Es lo que hoy está en la Medalla Milagrosa”.
Esta advocación mariana es una de las seguidas en el mundo. En Maracaibo sus devotos la veneran en su imponente templo de Los Haticos, donde la tarde de este viernes celebrarán la misa solemne.
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