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De paseo por OnlyFans, un lugar sin censura y con polémica

Recurres a ese correo electrónico que utilizas para registrarte en todo. Eliges una contraseña con mayúsculas, minúsculas y algún que otro carácter. La apuntas en la libreta ‘secreta’ donde están todos los accesos a tus redes sociales. ¿Recuerdas cuando solo tenías Facebook? Luego llegó Twitter e Instagram. Durante la cuarentena te hiciste un perfil en TikTok, después en Twitch… Y ahora estás frente a la penúltima red de moda. Eliges un nombre de usuario, pulsas ‘intro’y ¡Bienvenidos a OnlyFans!.

En 2016, Tim Stokely decidió crear esta red como un lugar de encuentro entre artistas donde se proporcionarían contenidos exclusivos a sus seguidores. Los usuarios que siguiesen a determinados perfiles tendrían que pagar una suscripción mensual para tener acceso a esos contenidos. La idea quedó ahí y los resultados no fueron los esperados, pero en 2018 la plataforma dio un cambio de rumbo. El 75 % de OnlyFans pasó a las manos de Leonid Radvinsky, propietario del sitio web de sexo MyFreeCams. Y, aunque también hay otros contenidos relacionados con arte, gastronomía y deporte, la mayor parte están son eróticos. En ‘Inicio’, en el panel de sugerencias de perfiles, en la mayoría de las ocasiones, 2 de las 3 cuentas que se pueden ver están vinculadas con temas sexuales.

El apogeo de la plataforma llegó con la cuarentena y los confinamientos motivados por la emergencia sanitaria de la COVID-19. En abril de 2020 los usuarios registrados se incrementaron más del 50 %. Y en mayo, Stokely, CEO de la compañía, aseguró que ya contaban con más de 30 millones de seguidores con registro. En diciembre de 2020, Onlyfans llegó a los 100 millones de usuarios conectados a la plataforma. Las cifras son abrumadoras.

Con lupa y tarjeta de crédito en mano

OnlyFans da la bienvenida a dos tipos de usuarios: los creadores de contenidos y los consumidores. Aunque decidas ser uno u otro, prepara la tarjeta de crédito. Para acceder a cualquier perfil debes registrar previamente tu cuenta bancaria. Es cierto que hay suscripciones gratuitas, pero te piden igualmente que registres tus datos por si quieres pedir algo personalizado al usuario. De hecho, cuando insertas tu tarjeta, OnlyFans te cobra 0,10 dólares solo por añadir tu número. Los perfiles privados que son de pago tienen una suscripción mensual que va desde los 4,99 a los 49,99 dólares. Pero, además, si eres fan también tienes la posibilidad de enviar un mensaje privado y directo al usuario que te interesa y solicitarle de esta forma imágenes personalizadas. Ahí tendrás que pagar un plus –una propina– para que esa persona te envíe contenido exclusivo para ti. Aunque la ganancia de los creadores de contenido de esta plataforma varía según el tipo de suscripción que estipulen, OnlyFans se queda con el 20 % de los ingresos generados por el usuario y el 80 % restante es para el creador de contenido.

Ese control que los usuarios tienen sobre las interacciones, ese “acceso exclusivo” al contenido y esa “libertad” para subir cualquier cosa sin tener en cuenta la censura propia de otras redes sociales, formó parte del atractivo para que en OnlyFans se comenzase a publicar contenido erótico. Hoy en día es la principal oferta de esta plataforma. Se permite la pornografía. De hecho, es un nicho de mercado en la industria del porno que abre nuevas puertas a los creadores de contenidos para adultos. Desde Levanta la cabeza lo hemos comprobado.

Actores y actrices porno, músicos, cocineros y deportistas

La lista de personas relacionadas con el mundo del porno que tiene un perfil en esta red social va en aumento. Buscamos el nombre de una conocida actriz del panorama español, accedemos a pagar la suscripción mensual de 20 dólares y voilá. Tan fácil como un solo clic. Con una estética muy similar a Twitter, en su perfil tienes la opción de acceder a un panel con los últimos mensajes publicados por la actriz; puedes adentrarte también en la pestaña de las imágenes; o si prefieres puedes pinchar en el de los vídeos. “Aquí os dejo un pequeño caramelito exclusivo de los cuatro vídeos que se aproximan. Espero que os guste!!”.

El perfil está lleno de mensajes de este tipo con adelantos a los vídeos de la actriz. “Pídeme vídeos personalizados solo para ti” adelanta la cabecera de su cuenta, además de una luz verde que te notifica si el creador de contenido está en línea. En cada una de sus publicaciones puedes dar ‘me gusta’, comentar, o enviar un ‘consejo’ (una propina) extra añadiendo la cuantía que consideres oportuna. En los mensajes directos tienes un ‘Holi’ de la profesional del cine para adultos esperándote. Allí puedes mantener una conversación privada, solicitar vídeos personalizados, enviar imágenes de tu galería o seleccionar la campanita para que te lleguen notificaciones cada vez que te contesten en el chat. No olvidemos el botón del dólar en la esquina inferior izquierda. Puedes enviarle dinero siempre que lo consideres. El contenido es muy explícito.

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Esta red social tiene algo más que material eróticos y pornográfico. Aunque su éxito no esté estrechamente relacionado con esto, en OnlyFans hay hueco para entrenadores personales, artistas, cocineros y músicos. El trapero español Kidd Keo anunció en septiembre de 2020 que se abría una cuenta en esta red social. “Con esto del coronavirus no hay shows ni dinero, así que me he abierto un OnlyFans”, proclamaba por Twitter. Puede que se haya arrepentido porque ya no tiene el perfil en la red social. No es el caso de The-Dream. El cantante y compositor de hip hop publica vídeos de usuarios bailando de forma sensual los ‘tracks’ de su más reciente trabajo musical. Además, también puedes encontrar usuarios que simplemente comparten menús de comida para inspirarte y coger ideas, u otros que comparten sus rutinas deportivas para mantenerse en forma.

Vía libre a los menores y puerta abierta a las suplantaciones

En las políticas de acceso de OnlyFans, esta red social declara que los usuarios deben tener 18 años para poder registrarse, independientemente del contenido que vayan a consumir. Lo curioso es que no hay un sistema de verificación que asegure que el usuario no es menor. En el momento en el que introduces los datos de tu cuenta bancaria hay una casilla que se debe marcar para “confirmar que eres mayor de 18 años y que eres mayor de edad en tu lugar de residencia”. A un solo clic estás dentro, seas menor o no.

Pero la polémica y la problemática de esta red social no se queda solo en esto. En los últimos meses ha aumentado la suplantación de identidades. Los ciberdelincuentes eligen perfiles en Instagram de microinfluencers (personas con seguidores reales, no comprados) y crean un perfil falso con un nombre muy parecido al usuario que van a suplantar. En esta cuenta ‘fake’ enlazan a páginas con contenido erótico de suscripción como OnlyFans.

La popularidad de esta plataforma durante la cuarentena llegó de la mano del debate social. Con esta plataforma se abrieron nuevos escenarios que podrían ser parte de su cara B: supuesta explotación sexual de menores y abusos que derivan de la prostitución. El auge mediático, el fácil acceso a las ganancias económicas y el bajo nivel de control que existe en la plataforma propicia que se puedan generar posibles delitos sexuales.

La BBC hizo el pasado año una investigación, presentada a través del documental [[LINK:EXTERNO|||https://www.bbc.co.uk/programmes/p087m1nh|||‘Nudes4Sale’]], donde afirmaba que había un porcentaje muy alto de perfiles que subían contenidos y que eran menores de edad. El grooming, el phishing y cualquier tipo de ciberacoso sexual puede ser una trampa para los menores, que se pueden ver manipulados, extorsionados y explotados por un adulto que quiere obtener material erótico.

“La industria aprovecha la normalización de la hipersexualización para blanquear la pornografía. En OnlyFans se puede subir contenido explícito sin ningún tipo de censura. El principal problema radica en la preocupante cantidad de menores de edad que la utilizan. Nadie les explica la trastienda de una industria que está aprovechando la precariedad económica y la impunidad que tienen en esta sociedad en la que cada vez es más “normal” sexualizar y mostrar la intimidad”, explicaba recientemente en Levanta la cabeza Anna Plans, madre activista pro-derechos del menor .

Billetes para los famosos

OnlyFans se ha convertido en una mina de oro donde ganar cientos de dólares al mes publicando contenido. Las cifras hablan por sí solas. Bella Thorne, ex actriz protagonista del canal infantil Disney Channel, rompió todos los récords ganando más de un millón de dólares en las primeras 24 horas cuando se unió en agosto de 2020. Sus cifras aumentaron a más de dos millones de dólares en menos de una semana. En España, la colaboradora de televisión Daniela Blume afirmó haber ganado más de 20.000 euros en un día. A esta lista de usuarios podemos sumar la conocida rapera Cardi B, los concursantes de telerrealidad Amor Romeira, Alberto Santana y Steisy; actrices y actores porno como Apolonia Lapiedra y Nacho Vidal; e incluso personajes conocidos como Jacobo Ostos, hijo del torero Jaime Ostos.

La última polémica motivada por esta red social tiene que ver con el dinero fácil. Según publicó hace unos días la cadena mexicana Televisa, una madre ha recaudado el dinero suficiente vendiendo fotos íntimas para así pagar la carrera de Derecho a su hija. Marcela Alonso es una mujer de origen hispano que reside en la ciudad de Nueva York y que se inscribió a OnlyFans en el año 2017 para ganar un poco de dinero extra y así ayudar a su hija a pagar sus estudios. Sin embargo, con la llegada de la pandemia, esta actividad pasó a ser su fuente principal de ingresos.

Con información de: A3


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