Candente

Seis claves para tener un sexo de calidad

Sexo de calidad es sinónimo de sexo gourmet. Se trata de disfrutar del placer con todos los sentidos (gusto, olfato, vista, tacto, oído y el sexto sentido: “la fantasía”), añadiendo un punto de creatividad y olvidándonos de llegar a una meta. Simplemente se trata de gozar de todo el proceso.

En muchas ocasiones creemos que para conseguir un buen sexo necesitamos tiempo y grandes dosis de imaginación. Pero a través de las diez claves expuestas a continuación desmitificaremos esta creencia pudiendo mejorar la calidad del sexo sin hacer un elevado esfuerzo ni invertir demasiado tiempo.

1.- Prioriza el sexo en tu relación de pareja y en tu día a día.

Actualmente, nuestro día a día acostumbra a ser muy ajetreado y con poco tiempo libre; llegamos a casa por la noche, agotados y con ganas de meternos en la cama y descansar. Si nos dejamos llevar por esta dinámica siempre acaba quedando el sexo en último lugar. Después de lavar los platos por la noche y relajarnos en el sofá, quedándonos medio dormidos, es fácil que en ese momento el deseo no aparezca y se llegue al momento de hacerlo “porque ya toca”. Lo que yo llamo “el síndrome del calendario”.

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Por eso, es importante dar un espacio al sexo, priorizarlo ante otras obligaciones. Si nos paramos a pensar, en muchas ocasiones hacemos cosas que no nos acaban de apetecer, pero si mantenemos un ritmo y frecuencia y nos incentivamos, acaban gustándonos y hasta acabamos deseando que llegue el momento de volverlo a hacer. Por ejemplo, el deporte. Con la sexualidad ocurre exactamente lo mismo: si lo priorizamos y no lo dejamos “para después de las obligaciones”, disfrutaremos de ello ¡más y mejor!

2.- Ten en cuenta que la sexualidad empieza en la seducción.

Con el paso de los años (y sobre todo si tenemos pareja estable) nos olvidamos que el sexo es mucho más que preliminares, coito y orgasmo. Por tanto, si queremos tener un sexo de calidad ha llegado el momento de volver a recuperar el coqueteo y la picardía fuera del momento sexual y convertir nuestro día a día en erótico, sensual y positivo.

Introduciendo la seducción, automáticamente conseguiremos aumentar nuestro deseo y el de nuestra pareja. Con esto no quiero decir que se deba dedicar un largo y tedioso tiempo a la seducción, sino que en ocasiones un simple beso, mirada, acercamiento o comentario subido de tono, conductas que son de dos minutos, son suficientes para revivir la llama.

3.- Conócete sexualmente y averigua qué es lo que te gusta.

Para poder disfrutar plenamente del sexo debemos conocernos primero nosotros mismos. Es importante conocer nuestras apetencias en el terreno sexual: saber qué es lo que nos activa, con qué se despierta nuestro deseo, qué es lo que nos interesa y lo que no, con qué nos sentimos cómodos, etcétera. Es el momento de experimentar y conocer nuestros gustos personales.

4.- Comunícate con tu pareja en el tema sexual.

Para podernos comunicar sexualmente debemos saber qué es lo que nos gusta y lo que nos desagrada (punto anterior). Es verdad que es distinto saber qué es lo que uno quiere que tenerlo que comunicar al otro, y más en el caso de las preferencias sexuales. En muchos casos puede invadirnos la timidez, el miedo a que nos juzguen o a dar una mala imagen, pero debemos recordar que nuestra pareja nos quiere y es nuestra compañera. Además, en el campo de la sexualidad no hay cosas bien o mal hechas, sino simplemente preferencias y gustos.

Si conseguimos saltar el obstáculo del miedo y la vergüenza de comunicarnos sexualmente conseguiremos crear un sexo de calidad porque permitiremos que nuestra pareja conozca nuestros gustos sexuales y nosotros los suyos, pudiendo conseguir una complicidad sexual y consecuentemente una vida sexual plena. Recordad, el motor indiscutible de la sexualidad es la comunicación honesta, atrevida y sin prejuicios.

5.- Añade un poco de creatividad.

El sexo de calidad va ligado indiscutiblemente a la creatividad, espontaneidad e imaginación. Los enemigos principales de la sexualidad son la rutina, la pereza y la monotonía. Estos aparecen en el instante que dejamos de innovar, que caemos en el hábito de hacer siempre lo mismo, en el mismo lugar, a la misma hora y de la misma manera.

Entiendo que al leer estas líneas muchos lectores puedan estar pensando que es muy fácil decir, pero no tan fácil de hacer, con tantas responsabilidades diarias es imposible y que con los años la rutina aparece sin poder evitarlo. Estoy de acuerdo en que nunca se mantiene el ritmo del primer año, pero con un poco de ganas y dedicación podemos conseguir ir introduciendo pequeños cambios que nos hagan salir de la monotonía y evitar la pereza.

6.- Céntrate en el aquí y ahora.

Para que la sexualidad fluya, aparezca el deseo y la excitación es importante centrarse en el momento sexual. Todos sabemos que la sociedad actual nos llena de dolores de cabeza, preocupaciones y problemas que resolver; desconectar y dejarlo todo a un lado es costoso pero necesario y fundamental para poder apreciar y disfrutar de los pequeños detalles y del espacio sexual.

Con información: La Vanguardia


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