Jhuanni Pino, tiene 27 años, es oriunda de Puerto Ordaz y actualmente vive en Estados Unidos. Luego de denunciar en Twitter, su «desagradable» encuentro con el profesor Hernán Mendoza, nos contó que, este entrenador «lo veía como un padre», pero un beso en la boca y tocarle los genitales, fue el detonante para que el respeto pasara a rechazo.
Jhuanna, decidió salir de anonimato y ponerle rostro a la denuncia, «para que la gente crea». «Yo desde los 5 años hasta los 12 fui entrenada por Hernán (…) en el Centro Italo Venezolano de Guayana», pero los primero años no hubo, a su juicio abuso alguno, «al menos yo no lo percibí así, pero entre a los 12 años las cosas cambiaron».
«Los que son nadadores saben que los tiempos son de cuatro segundos y respiras y Hernán al hacer correcciones de respiración, él quería que no perdiera ni un segundo, se metía en la piscina y yo en posición libre con una mano en el borde de la piscina tenía que apretarle los genitales, -o lo que pudiera caber en la manito de una niña de 12 años-, apretaba cuatro veces y respiraba. Yo le decía que eso no me gusta, y él me decía que no pasaba nada», contó Jhuanna.
Dice que en esos episodios estaba rodeada de niños dentro de la piscina y muchos padres conversaban en lps alrededores de las piscina, pero nadie se percataba de esto. De hecho, otra víctima nos comentó que los niños (varones) decían “si quieren saber lo que hace el profesor Hernán en las correcciones de respiración metánse debajo del agua y vean”.
El detonante de esos episodios fue el beso, Jhuanna cuenta que en una oportunidad se quedaron solos y él la besó, ella corrió y se encerró en los vestuarios hasta que llegó su mamá y aunque tan solo tenía 12 años, (2005), ella trató de explicarle a su mamá lo que había sucedido
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Jhuanni recordó que una de las niñas que veía clase en el Centro Italo Venezolano de Guayana, (Yulimar Tagliaferro), lo denunció ante sus padres por los abusos y se pusieron en contacto con su mamá, “ellos en conjunto hicieron que Hernan renunciara al club, porque si no iba a ver una denuncia más grande”. Dice la joven, cuya madre es abogada penalista.
Confiesa sentir «impotencia porque después siguió nadando y lo veía dándole clases a niñas y eso era lo que más me perturbaba. Sentía la necesidad de parar lo que ha estado haciendo. Siguen pasando los años y él sigue abusando de niñas”.
Recordó que en una oportunidad hubo una competencia de natación en el Centro Italo Venezolano de Guayana y “llegó él con su gran equipo y yo decía no puede ser. Tendría 15 o 16 años, yo en ese momento dije, a una de esas niñas le está haciendo lo que me hizo a mí, osea tiene que ser así”.
«Yo hice mi vida normal, de hecho yo seguí nadando. Es un capítulo que quiero cerrar y por el que tengo culpa, en ese tiempo nosotras no pudimos hacer nada, realmente no había pruebas y él es un profesor que causa mucha empatía con los padres y era muy probable que una niña que no se sabía explicar, después de grande entendí que no le expliqué bien las cosas a mi mamá, y ella no me quiso exponer al escarnio público y eso quedó allí, él se alejó de mí”.
Sobre Hernán, nos cuenta que es un profesor muy famoso, tiene una trayectoria super larga, estima que para ese entonces tenía entre 40 y 50 años 4, «es bastante talentoso en natación eso es indiscutible», y tiene un talento para meterse a los papás en los bolsillo. “Todavía con lo que está pasando hay papas que no lo pueden creer y que lo defienden.
Dice, que luego de leer la historia de otras víctimas en Twitter, no se vio como la mujer de 27 años, sino como la niña de 12 que no se pudo expresar y del abuso de Hernán. “yo era chiquita, en ese entonces, era mínima, ¿con qué corazón haces eso? Nunca lo voy a entender, después de toda la confianza que le teníamos no lo puedo entender y jamás se lo voy a perdonar”
Jhuanna comentó que en el 2017, trabajando en un Bodegón en Puerto Ordaz, él entró al lugar y se le paró en frente, le extendió la mano y le dijo: “Señorita Jhuanna Pino no me vas a saludar”. Confiesa que se sentió asqueada con aquél encuentro y lo que hizo fue quedarse paralizada, “me puse pálida, creo que si lo vuelvo a ver ahorita, sería lo mismo”. El dueño del local se dio cuenta que algo pasaba porque preguntó “si algo pasaba, ante la insistencia de Hernán de querer saludarme”.
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Sobre ese encuentro, el último hasta este momento, comentó que: “Me dio a entender que se salió con la suya, al final no pasó nada».
Dice que decidió ponerle rostro a su denuncia porque cuando escribía el relato no de manera anónima, le daba indignación al ver que la gente desconfiaba de sus denuncias y las señalaban a ellas como las culpables de ese desagradable momento que hoy almacena en sus recuerdos.
Centro Italo de Guayana supo de los abusos
Yulimar Tagliaferro, tenía 9 años y estuvo viendo clases de natación en el Centro Italo Venezolano de Guayana. Su profesor Hernán Mendoza, Jhuanna Pino su compañerita de clases, quienes en su oportunidad y junto a sus padres, denunciaron al entrenador pederasta ante la directiva del Centro Italo Venezolano de Guayana.
Yulimar, luego de conocer el propósito de la cuenta en Twitter @DenunciaPederasta1, decidió llenarse de valor y contar su historia.Aunque tratamos de conversar con esta joven, ella aseguró que «no quisiera añadir más al tema, fue algo que borré de mi mente hace tanto tiempo», pero nos autorizó a compartir el relato que escribió en sus redes sociales y aquí se la dejamos:
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